Gospel of Community
As Christians, we maintain that we are followers of Jesus the Christ, and we often profess that we have a call to be the salt and the light of this world. However, every so often I find myself thinking about the importance of professing our beliefs with actions and noticing that we may just be settling for professing only with our words. In my experience, I have witnessed how the faith of a large portion of Christianity remains trapped in an abstract reality of eschatological incarnations, a faith with limited interpretations of the Kingdom of God and salvation only around the coming world and only subscribed to a spiritual realm. It has been described as an individualistic and selfish faith.
Como cristianos, nosotros declaramos que somos seguidores de Jesús el Cristo, y a menudo profesamos que tenemos un llamado a ser la sal y la luz del mundo. Sin embargo, muy a menudo reflexiono en la importancia de profesar nuestras creencias con acciones concretas dado a que muchas veces nos conformamos en profesar solamente con nuestras palabras. En mi experiencia, yo he sido testigo de cómo la fe de un gran sector del cristianismo actual queda limitada a una realidad abstracta de representaciones escatológicas, una fe con interpretaciones limitadas del Reino de Dios y la salvación sólo en el contexto del mundo venidero, suscrito únicamente a un reino espiritual. Ésta ha sido descrita por algunos como una fe individualista y egoísta.
The more I walk and experience what I call a Gospel of community, the more I have faced and struggled with principalities and powers of this world that devour and destroy the most vulnerable around us. An example will be the punitive systems in this country in which the incarceration of men, women, and children generate wealth for a few, and where justice is only for those who can afford it. Many of us are familiar with the school-to-prison pipeline, an epidemic so prevalent in our school system that targets disproportionally students of color and those with disadvantages like poverty and learning disabilities. Of all males in state and federal prison, more than half do not have a high school diploma or have been in the foster care system. The more I witness this evil, the more I understand that the Realm of God begins here and now with our concrete actions of love, towards justice and peace. The letter of James reminds us that, “faith that does not produce works is dead” (2:26).
Mientras más camino y experimento lo que yo llamo un Evangelio de Comunidad, más he tenido que enfrentar y luchar en contra de los principados y potestades de este mundo, que devoran y destruyen los más vulnerables a nuestro alrededor. Un ejemplo de esto son los sistemas punitivos en este país en el que la encarcelación de hombres, mujeres y niños generan riquezas extrema para unos pocos, y en donde la justicia es sólo para aquellos y aquellas que puedan costearla. Muchos de nosotros estamos familiarizados con el conducto entre escuelas y prisiones, una epidemia tan frecuente en nuestro sistema escolar en donde desproporcionadamente los estudiantes de color y aquellos con desventajas tales como la pobreza y problemas de aprendizaje son el blanco. Más de la mitad de todos los varones en las cárceles estatales y prisiones federales, no tienen un diploma de escuela secundaria o han vivido en el sistema de orfanatos del gobierno. Mientras más soy testigo de esta vileza, más he podido entender que el Reino de Dios tiene que comenzar aquí y ahora con nuestras acciones concretas, preñadas de amor, justicia y paz. La carta de Santiago nos recuerda que “la fe que no produce obras está muerta” (2:26).
For almost a year, I have served as NBA’s Prison and Jail Ministries Peer Group Convener by sharing and walking with an amazing, diverse group of men and women who have answered the call by saying, “Here am I; send me!” These servants of God have developed various ministries for the benefit not only of imprisoned populations but also of the families of those in the prison system. Some of these ministries are ministries of visitation, and some have given form to churches inside the prisons. Other ministries focus on providing mentorship, support, and accompaniment for those in jail and even after they are released.
Durante casi un año, he tenido la oportunidad de servir como coordinador del grupo de colegas (peer-group) del Ministerio de Cárceles y Prisiones de la Asociación de Benevolencia Nacional (NBA). He podido compartir y caminar con un asombroso y diverso grupo de hombres y mujeres que respondieron al llamado de Dios diciendo: “Heme aquí; ¡envíame a mí!” Estos siervos y siervas de Dios han desarrollado una variedad de ministerios para el beneficio no sólo de las poblaciones encarceladas sino que también de las familias de los encarcelados. Algunos de estos ministerios son ministerios de visitación, y otros le han dado forma a iglesias que existen únicamente detrás de las rejas. Otros ministerios han desarrollado un enfoque en la mentoría, apoyo y acompañamiento de los convictos especialmente luego de su liberación.
These ministries are as diverse as the people who carry them out; however, they are all ministries living out the Gospel of community, a Gospel of abundant life, hope, and salvation, that only their very existence denounces the oppressive systems in which they work. I am in awe of the courage of these servants, and the testimonies of these giants. Their stories, their victories, their struggles, and their losses are inspiring and serve as a reminder of the important yet lonely work that they do. Walking alongside them has been transforming, and together we continue to find ways to honor, celebrate, support, and encourage each other.
Estos ministerios son tan diversos como las personas que los llevan a cabo; sin embargo todos estos ministerios viven y dan vida al Evangelio de Comunidad, un Evangelio de vida abundante, esperanza y salvación, cuya misma existencia denuncia los sistemas opresivos en los cuales estos se desenvuelven. Yo estoy más que asombrado del valor de estos siervos y siervas y de los testimonios de estos gigantes. Sus historias, sus victorias, sus luchas, y aún sus pérdidas son de inspiración y sirven como un recordatorio del trabajo importante pero solitario que ellos y ellas hacen. Caminar junto a ellos y ellas ha sido transformador y juntos y juntas seguimos encontrando maneras de honrar, celebrar, apoyar y animarnos mutuamente.
I invite you to learn more about NBA’s Prison and Jail Ministries and to find ways to get involved. There are concrete ways to put your faith words into actions of love, justice, and peace that NBA is carrying out through its programs.
Los invito a aprender más acerca de los Ministerios de Cárceles y Prisiones y de la NBA y a encontrar maneras de involucrarse. Hay maneras concretas de poner tus palabras de fe en acciones de amor, justicia y paz en las que la NBA está llevando a cabo a través de sus programas.
Go to nbacares.org/prison-and-jail to dare to be flavor and light in your community.
Conéctate al www.nbacares.org/prison-and-jail y atrévete a ser sazón y luz en tu comunidad.
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Rev. Héctor J. Hernández serves as the convener of the NBA Prison and Jail Ministries Peer Group, one way in which we support congregations and individuals as they engage in prison- and jail-related ministries, focusing on inspiration, education, and advocacy.
El Rev. Héctor J. Hernández sirve como coordinador del grupo de colegas (peer-group) del Ministerio de Cárceles y Prisiones de la Asociación Nacional de Benevolencia (NBA). Una forma en la que apoyamos a las congregaciones e individuos mientras se envuelven en ministerios relacionados con cárceles y prisiones es centrándonos en la inspiración, la educación y la defensa.